7 claves para entender el conflicto de Viva Air en Colombia

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La aerolínea colombiana Viva Air ha llenado las portadas de su país luego del cese de operaciones que decidió la compañía, a causa de la crisis financiera producida por la pandemia del Covid-19 y la falta de respuesta, que acusa la empresa, de parte de las autoridades locales.

Entre tanto, la Aeronáutica Civil informó que las aerolíneas Latam, Avianca y Satena ofrecerán “la alternativa de transporte en las rutas compartidas, de acuerdo a la disponibilidad de sillas, sin costo adicional”, a los pasajeros que permanecen varados por el cese de operaciones de Viva Air.

La aerolínea Avianca informó que extenderá hasta el lunes 6 de marzo la colaboración aérea para los pasajeros afectados de Viva Air. Avianca confirmó que abrirá 18 operaciones adicionales que consiste en 3.240 sillas para la protección de los usuarios.

Autoridades pedirán información a Viva Air

A través de un comunicado, la SuperTransporte requirió a la aerolínea de bajo costo garantizar los derechos de sus usuarios, quienes han resultado afectados en las últimas horas por la cancelación de vuelos y quedando varados en distintos aeropuertos del país.

“Le reiteramos a la aerolínea Viva que es su deber mantener los canales de comunicación con los usuarios y hacemos un llamado para que en forma inmediata procure las soluciones que el contrato de transporte les demanda”, exigió la entidad.

Sometimiento de control

La entidad reguladora colombiana Superintendencia de Transporte decidió realizar “sometimiento de control” a Viva Air, debido a la crisis producida por el cese de operaciones. La medida indica medidas de carácter administrativo, entre las que se encuentra la prohibición de venta de activos durante la acción precautoria.

Otro de los puntos de la iniciativa involucra que la empresa tiene la orden de resguardar sus pasivos derivados de tiquets vendidos, para cumplir con resarcimientos a los pasajeros que se hayan quedado en tierra.

Al mismo tiempo, la Contraloría General de la República de Colombia, le pidió a su gobierno que responda ante los clientes afectados.

Sanciones de Perú

Luego de que cientos de pasajeros de la aerolínea colombiana Viva Air quedaran varados en Lima y Cusco, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) indicó que, ante la suspensión temporal de actividades de Viva Air, se iniciará un proceso administrativo por el incumplimiento del servicio de coberturas de sus rutas desde y hacia el territorio peruano.

La conexión con Avianca Holdings

Según el medio As Colombia, de acuerdo a información entregada por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), actualmente los derechos políticos de la aerolínea están en poder de dos sociedades: West Castle Limited y Southcastle Limited, quienes fueron creadas en agosto del 2022 y están dirigidas por Luis Alberto Caballero y Antonio Lara, personas que desempeñaron como directores alternos de Avianca Holdings S.A.

Sin embargo, los derechos económicos le pertenecen a Avianca desde mediados de abril del año pasado, razón por la cual la SIC abrió una investigación por cómo se concretó la operación sin tener en cuenta el permiso de la Aeronáutica Civil.

La fusión de hecho que está en la mira de la autoridad

De acuerdo a una nota de Las 2 Orillas, en diciembre la Superintendencia de Industria y Comercio optó por revisar el contenido y el tono de los mensajes que se cruzaban entre los ejecutivos de Avianca y Viva Air, y de las órdenes impartidas por correo electrónicos a sus subalternos. Lo hicieron para probar una hipótesis que hasta hoy dan por cierta: que las dos firmas integraron de hecho sus operaciones mucho antes de pedir permiso formal para hacerlo.

A continuación lo que explica la nota (íntegra):

La muestra de las comunicaciones arrancaba el 29 de abril de 2022, fecha clave porque ese día IV1L (Holding de Avianca y AGIL) celebró un “Contrato de Compraventa de Acciones” con Viva Investments y PANGAEA. Algunas de esas razones sociales de esas razones sociales no suenan muy conocidas para los usuarios, pero sí para las autoridades que analizan la manera como Avianca y Viva han venido tejiendo su nueva red corporativa.

Encontraron, entre otras cosas, que el 28 de abril de 2022, en vísperas de la presumida integración, Declan Ryan renunciaba a la dirección de Viva Latinoamérica y al día siguiente ya figuraba como miembro de la junta directiva del holding controlante de Avianca.

Ryan, conocido desde la época en que se asoció con Juan Emilio Posada y con William Shaw para crear Viva, contaba antes de su movimiento laboral con un correo electrónico del dominio de Avianca y recibía abundante y detallada información de esta compañía.

Un poco más atrás, el 20 de abril de 2022, Richard Galindo Sánchez, jefe de asuntos legales enviaba un correo electrónico a los directivos de IV1L para consultar su opinión sobre acuerdos empresariales establecidos para la compra de combustibles.

Galindo venía siendo director jurídico de Avianca desde el 2 de febrero de 2017, pero después de la firma del contrato de compra y venta de acciones ha ejercido también como director de Viva Latinoamérica (transformada hoy en Rexton) y jefe legal y general counsel de IV1L.

Con fundamento en evidencias de esa naturaleza, sumada a testimonio de empleados de las compañías, la Superintendencia delegada para la Protección de la Competencia consideró que la integración era un hecho cumplido.

Mucha agua corrió bajo los puentes de allí hasta el 8 de agosto de 2022, cuando Avianca y Viva presentaron ante la Aeronáutica Civil una “solicitud de preevaluación de la operación” consistente en la adquisición de los derechos políticos de Viva Air y de Viva Perú por parte de IV1L, controlante de AVIANCA.

Los ejecutivos aludidos se han defendido. Según Declan Ryan algunos mensajes suyos alusivos a la industria aeronáutica en general fueron a parar en manos de destinatarios equivocados, pero en ningún caso demuestra que antes de la iniciación de las diligencias formales para la integración la sociedad controlante de Avianca ya estuviera ejerciendo derechos políticos sobre Viva. A su favor juega el beneficio de la duda mientras se surte una nueva instancia de la investigación.

Lo grave para la Superintendencia es que si se comprueba la presunta integración no autorizada, las dos compañías aéreas investigadas habrían generado elevadas concentraciones, tanto en el mercado de transporte de pasajeros regulares en rutas domésticas, como en los mercados de cada ruta en sí mismos.

“(…) De las rutas (ida y vuelta) en las cuales competían previo a la integración, AVIANCA y VIVA AIR ostentan más del 56% de participación de mercado; y en el total de rutas que operarían conjuntamente 63 rutas (ida y vuelta) abarcarían más del 40% del mercado”, se lee en el expediente.

“Por su parte, en la mayoría de las rutas internacionales (ida y vuelta) identificadas se consolida una participación del mercado superior al 50 por ciento”, agrega.

Si así fuera, respecto a las limitaciones de operación por infraestructura, en especial en Bogotá, con el Aeropuerto Internacional Eldorado, se vería afectada la actividad por cuenta de la operación integrada que elevaría llegaría al 69 por ciento de ocupación de los slots en este aeropuerto. Esa situación limitaría el uso de la infraestructura de otros operadores o aerolíneas.

Ilustración de Viva Air

Quiénes son los dueños de Viva Air

La aerolínea low cost Viva Air fue fundada a mediados de 2007 con el nombre de Viva Colombia.

Según información de la página de la compañía aérea, la empresa fue el resultado de un proyecto de grado de la universidad de Stanford y sus fundadores fueron William Shaw, Fred Jacobsen, Gabriel Migowski y Juan Emilio Posada.

La aerolínea comenzó operaciones en 2012 con un avión modelo A320 y tiempo después se transformaría en Viva Air Colombia, bajo la promesa de mejorar todo lo relacionado con sus servicios y operaciones donde ofrecería los mejores precios en toda Latinoamérica.

Isla de San Andrés

Los ingresos económicos del departamento de San Andrés podrían verse afectados con la suspensión de operaciones aéreas que implementó Viva Air desde el pasado 27 de febrero. La zona insular del país recibía el 45 % de sus turistas porque esta aerolínea los transportaba.

Las cifras de la gobernación señalan que de cada cien pasajeros, 45 ingresaban a la isla en los aviones de Viva. La preocupación departamental radica en que las autoridades no tienen la capacidad de reemplazar los recursos que van a dejar de percibir por la merma que se avecina en el turismo.

“Son cuatro vuelos menos para el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Eso significa menos flujo de turistas, significa menos ingresos para la entidad territorial, significa menos ingresos para el empleo”, reseñó el gobernador.

Las pérdidas

La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo estimó que aproximadamente 4.500 pasajeros han sido afectados por reservar vuelos con Viva Air, a través de las agencias durante el primer semestre de este año. 

Además, estiman pérdidas por más de 4000 millones entre lo que le deben a los usuarios y lo que perdieron por su servicio, a consecuencia de los paquetes económicos que incluyen hotel y servicios gastronómicos.


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